Compliance es una palabra que debe estar en el vocabulario de todos los que están a punto de emprender o los que tienen constituida una empresa. Es un conjunto de procedimientos y prácticas que adoptan los organismos privados para identificar riesgos operativos y legales. El objetivo es prevenirlos, controlarlos y mitigarlos.
Ser Director o Socio de una Empresa te conlleva a ser responsable de los actos de aquellos que están bajo tu autoridad. Imagina que tu contador se encuentre lavando dinero para el narcotráfico, o que se encuentren facturando cantidades extras para un organismo público. El Código Nacional de Procedimientos Penales y el Código Penal Federal regulan la responsabilidad penal de las empresas cuando sus representantes o administradores en nombre de la empresa, o para su beneficio cometen algún delito.
Estos pueden ser narcotráfico, lavado de dinero, terrorismo, tráfico de influencias, uso ilícito de instalaciones áreas, corrupción de menores, cohecho, falsificación de moneda, entre otros. Por lo tanto, no solamente es importante contar con una asesoría jurídica, sino que estos sean expertos en Derecho Penal, pero principalmente especializados en Compliance. De esta forma, cada eslabón de tu empresa trabajará conforme a un blindaje legal.
Por último, para reflexionar…
¿Consideras que el desempeño de tus subordinados tienen el mismo objetivo que el tuyo?
¿Crees que tu empresa no incurrirá en algún delito?